domingo, 26 de abril de 2009

Como explicarles a los chicos sobre Malvinas


La guerra de Malvinas es uno de los puntos más difíciles y complejos de asimilar y recordar y, mucho más, de lograr explicarles a los hijos e hijas. Por eso, un especialista en pedagogía de la memoria relata cómo los argentinos fueron expulsados de su territorio en 1833 en un símbolo de colonialismo y sintetiza la trama que impulsó a Leopoldo Galtieri a provocar un conflicto bélico. Pero, fundamentalmente, apunta a diferenciar Malvinas de la dictadura, sobre todo, por respeto a los soldados conscriptos. También, se cuenta la emoción de una maratón que se corrió en marzo de este año en las Islas y una historiadora les explica a los chicos/as por qué es feriado el 2 de abril.

Por Federico Lorenz *

1) ¿Las Malvinas estaban en poder de los argentinos hasta la guerra con los ingleses?
Muchos piensan que las Islas Malvinas estaban en manos argentinas hasta que en 1982 llegaron los británicos y nos expulsaron del archipiélago mediante una guerra. Pero, en realidad, una nave de guerra de ese país, en 1833, expulsó a las autoridades argentinas e inició la ocupación ilegal que la Argentina denuncia –todavía– en distintos ámbitos internacionales.

2) ¿Por qué las Malvinas son argentinas aunque las gobierne Gran Bretaña?
Las Malvinas forman parte del territorio argentino y son un fragmento de la provincia de Tierra del Fuego. La situación es un ejemplo de colonialismo, una anacrónica política por la cual estados más poderosos se apropiaron de recursos y territorios de las naciones más débiles o nuevas. En el momento de la usurpación, Gran Bretaña era la principal potencia colonial, y Argentina, en cambio, un país recientemente independizado de España sumido en guerras civiles y débil económicamente.

3) ¿Si la Argentina es grande por qué queremos un pedacito más de tierra y nos importan tanto esas islas?
No se trata de que “si tenemos tanto territorio ¿para qué queremos más?”, sino de una posición ante las situaciones de inequidad entre los países. Esa desigualdad hizo que muchas naciones, mediante el uso de la fuerza, dominaran y explotaran a otras.

4) ¿Por qué la dictadura militar decidió desembarcar en las Malvinas?
Durante muchas generaciones los argentinos aprendieron en la escuela que las Malvinas son argentinas. Los dictadores militares argentinos que decidieron la recuperación, también, aprendieron eso y, cuando buscaron un modo de ganar apoyo popular, decidieron desembarcar en Malvinas, aun a costa de un enfrentamiento con una potencia como Gran Bretaña.

5) ¿Cómo se planificó la guerra con Gran Bretaña?
Los dictadores en el poder, Leopoldo Galtieri y Jorge Anaya, sobre todo, pensaban que mediante un hecho de fuerza obligarían a Gran Bretaña a negociar y nunca previeron la eventualidad de una guerra. El conflicto fue una gigantesca improvisación que se tradujo en que los soldados argentinos enfrentaron a un enemigo abrumadoramente superior, pero también con dificultades de abrigo y alimentación que se agregaron al clima inhóspito y hostil de Malvinas.

6) ¿Por qué si la dictadura era mala la gente salió a la calle a apoyar la acción en Malvinas?
La misma dictadura que masacró a su propio pueblo encabezó un hecho histórico que millares de argentinos consideraron basado en un justo reclamo y que apoyaron, tal vez, con ligereza pero con honestidad, en un país que tenía la participación y las calles negadas desde hacía varios años. Si bien Malvinas se produjo durante la dictadura, no son sinónimos y ésta es la principal tarea que hay que conocer desde chicos.

7) ¿Todos los militares que peleaban en la guerra eran iguales? ¿Qué diferencia hay entre los dictadores y los soldados?
Las Malvinas y la dictadura son dos cosas distintas y esto es muy importante que se comprenda, sobre todo por un elemental acto de justicia hacia los soldados conscriptos, los que no decidieron la guerra pero tuvieron que pelear contra los británicos y a los que llamamos los “chicos de la guerra”. Por eso, es fundamental distinguir entre los autores y conductores de esa decisión irresponsable y los soldados conscriptos, que fueron la mayoría de los que combatieron y que marcharon a Malvinas más o menos convencidos de hacerlo, sobre todo porque les enseñaron que era su deber. Ellos salieron desde distintos lugares de la Argentina: algunas grandes ciudades aunque, principalmente, desde localidades pequeñas y remotas del interior profundo y, en muchos casos, se sintieron parte del país por primera vez durante los días que duró la guerra.

8) ¿Por qué el 2 de abril no hay escuela?
El 2 de abril es feriado, precisamente, para recordar el sacrificio de esos jóvenes. Es el día de los veteranos y caídos en la guerra de Malvinas. Y, por extensión, debería ser una oportunidad para pensar en las familias, que también padecieron la guerra y la posguerra, porque un enfrentamiento armado marca para siempre a las personas. Es una fecha para pensar qué lugar le da la educación a Malvinas y la forma en la que tratamos a los jóvenes antes, durante y después de protagonizar procesos históricos extremos.

9) ¿Qué pasa ahora con las Malvinas?
La primera disposición transitoria de la Constitución nacional establece el derecho argentino sobre las islas y la voluntad de recuperarlas para la soberanía nacional, con respeto por el modo de vida de sus habitantes, y conforme a los principios del derecho internacional. Este objetivo de la Constitución implica políticas pacíficas de larguísimo plazo.

10) ¿Qué pasó con los isleños después de la guerra?
Una consecuencia de la guerra de 1982 fue que el interés británico por las islas creció y el gobierno de ese país destinó importantes recursos para atender a las necesidades de una población postergada y considerada de segunda hasta entonces, al punto de que los isleños pasaron a ser ciudadanos británicos recién en el año 1983.

* Historiador, coordinador del Area Educación y Memoria, del Ministerio de Educación de la Nación y autor del libro Fantasmas de Malvinas.

jueves, 9 de abril de 2009

Una historia de la guerra con Gran Bretaña




Después de 27 años tiene las fotos de su hijo, héroe de MalvinasUn ex combatiente de Villa María viajó a las islas y un kelper le entregó fotos que habían sido sacadas por otro soldado antes de morir. Ese soldado había sido su amigo, y ahora los recuerdos están en Hernando.
Miguel DuránDe nuestra Redacciónmailto:Redacciónmduran@lavozdelinterior.com.ar
"Murió el teniente (Roberto Estévez), murió el cabo Castro y el cabo Godoy. Me hice cargo de la Sección, necesito órdenes, qué debo hacer”, reclamó por radio durante el fragor del combate. Quien había asumido el mando era el soldado Fabricio Edgar Carrascull, de Hernando, provincia de Córdoba. Tenía sólo 18 años. Amaba la música y era un tipo muy alegre. El 28 de mayo de 1982, la metralla enemiga terminó con su corta existencia. En uno de los bolsillos del pantalón de combate tenía una pequeña máquina fotográfica. En el otro, dos rollos completos. Su cuerpo y el de otros compañeros, entre ellos el de su amigo Horacio Giraudo (también de Hernando) quedaron a la intemperie durante ocho días. Cuando el subteniente Gómez Centurión empezó a cavar la enorme zanja para sepultar a los muertos, la cámara y los rollos no estaban. Uno de los militares ingleses se los había llevado. Vaya a saber si como botín de guerra, o de recuerdo.
Transcurrieron 27 años. Ayer, esas fotos (en realidad fotocopias color) estaban sobre una mesa entreveradas con otros recuerdos y documentación reunida por una madre que quiso saber cómo había muerto su único hijo varón. Se llama Isabel Esther López, pero en el pueblo todos la conocen como “Ucha” Carrascull. La casa de calle 9 de Julio 125 tiene una calidez especial. Será quizá porque “Ucha” tuvo que dejar de lado odios y rencores porque debía tener “la mente fría” para su empecinada investigación que la llevó a conocer el lugar exacto donde Fabricio cayó muerto. Estuvo dos veces en Malvinas y cuando llegó la primera vez no hicieron falta guías ni mapas. A través de fotografías y explicaciones precisas de un sobreviviente llegó a la trinchera y después al cementerio. Durante casi dos horas, “Ucha” habla y cuenta la historia de Fabricio, mientras muestra la foto del muchacho rubio. “Esta es en su baile de egresados. Fue el 30 de noviembre de 1981. El 29 de diciembre cumplió los 18 y el 2 de febrero lo incorporaron al Regimiento 25 de Sarmiento, en Chubut. Tuvieron 20 días de instrucción, nada más, y los mandaron a la guerra”, dice, mientras enciende un Benson. Aspira el humo y muestra la foto en la que Fabricio está comulgando en el acto de jura de la Bandera. “Es la primera vez, después del general Manuel Belgrano que hubo una jura en un campo de batalla”, destaca con orgullo. “Ucha” recién se enteró de la terrible pérdida 42 días después. “Mire, esto es lo que recibí (enseña un papel que en sólo cinco líneas informa que Fabricio murió y fue sepultado en Malvinas) y ni siquiera vino un militar a entregármelo, mandaron a un civil, fue mi cuñado el que me lo trajo. Se lo dieron en la Fábrica Militar donde trabajaba.
Después lo vi al general (Luciano Benjamín) Menéndez y cuando le pregunté por qué no me lo había comunicado personal militar, me respondió: ‘No se lo trajeron porque no tuvieron coraje’”.
Las fotos.
La ultima vez que la madre vio a su hijo fue el 2 de febrero de 1982, día de su incorporación; Joaquín Nelson Carrascull, el padre, pudo verlo un mes más tarde. “Un cuñado mío tiene la concesionaria Ford y había vendido tres camionetas a gente de Chubut. Le dijo que manejara una y aprovechara para verlo a Fabricio. Se llevó una camarita para sacar algunas fotos. Trajo varias pero la máquina con varios rollos se la dejó al chico. Ni se imaginaba que iba a haber una guerra”, explica la mujer mientras levanta con sus manos un grueso libro de tapas rojas. La obra 20 años 20 héroes fue editada por el Ejército al cumplirse dos décadas del desembarco en Malvinas. Muchas de sus páginas están dedicadas a Fabricio Edgar Carrascull, uno de esos 20 héroes. Al lado, una caja de vidrio protege una encomienda. Era la segunda que Luis González envió al soldado de Hernando. Meses después de que concluyera la guerra, el paquete con revistas, cigarrillos, galletitas, crema para manos, lapiceras y papel volvió a manos de González, quien se lo entregó a la madre. La mujer tuvo detalles de la muerte de su hijo a través de Eric Langer, inseparable amigo de Fabricio y de Horacio Giraudo, el otro joven de Hernando que quedó sepultado en las islas.


“La historia es increíble, Eric viajó en marzo a Malvinas junto con otros veteranos y sus familias. Allá querían alquilar un jeep y no podían conseguirlo porque hubo argentinos que habían volcado esos vehículos porque no estaban acostumbrados a manejar con el volante a la derecha. Preguntando, preguntando, encontraron a Robert, un muchacho chileno que trabajaba en una agencia de alquiler de autos. A través de una traductora, se comunicaron con el kelper, que finalmente les alquiló un jeep. Eric llevaba un pasamontañas como el que tenía puesto en la guerra y el kelper lo miraba raro”, relata “Ucha”, que hace una pausa para apagar el pucho y ofrecer gaseosas frías y café a los periodistas.
Uno de los acompañantes de Eric advirtió que el kelper se ponía muy nervioso. El inglés rompió en llanto y Eric quedó paralizado cuando de un cajón sacó una fotocopia color suya vestido de combate y con el pasamontañas puesto. Esa foto se la había sacado Fabricio. El hombre sacó otras fotos y cuando le pidieron explicaciones sobre cómo las había obtenido, a través de la traductora, contó que al cumplirse los 25 años de la guerra muchos militares ingleses fueron a Malvinas a recordar ese aniversario. Un ex militar británico que en aquella oportunidad fue a alquilar un jeep le dejó las fotocopias color al kelper y le dijo: “Cuando venga algún argentino dáselas”. Por vaya a saber qué designio, ese argentino fue Eric, el gran amigo de Fabricio.

miércoles, 8 de abril de 2009

Cuando la ficción supera la realidad..

“AQUÍ SEGUIREMOS RECIBIENDO MENSAJES DE FABRICIO” DIJO UCHA CARRASCULL

En la mañana de este martes dialogamos con la madre del soldado Fabricio Carrascull, caído en combate el 28 de mayo de 1982 en la Guerra de Malvinas. Ella recibió días atrás, de manos de Eric Langer -ex combatiente de Villa María-, copias de fotografías sacadas con la máquina propiedad de su hijo. Según pudimos saber esa máquina fotográfica quedó en manos del héroe hernandense el 19 de marzo de 1982 cuando su padre se la entregó en una visita al regimiento donde cumplía con el servicio militar. “Ese día mi esposo quiso saludar a todos los soldados de Hernando pero sólo dejaron salir a Horacio Giraudo, a Fabricio y Langer se coló porque eran muy amigos entre ellos”. El padre de Carrascull le sacó varias fotos, muchas de las recuperadas en esta ocasión, y le dejó la cámara con la cual el extinto combatiente sacó otras en el regimiento y en tierra malvinense. En una carta escrita por el soldado desde las islas pedía a su madre que le mandara más rollos y le contaba que mientras tanto el teniente le había dado uno para que pudiera seguir tomando imágenes. “Ucha” cree que esas fotos pueden estar relacionadas con la gesta en sí y por eso están en manos de los ingleses. “Después de una guerra nunca esperas que te devuelvan fotos de la máquina de tu hijo, me impactan aquellas en las que él está pero también aquellas que él sacó. Langer me dijo que él me sigue enviando mensajes y por eso desde aquí seguiremos recibiendo los mensajes de Fabricio” finalizó diciendo la madre del soldado hernandense caído en la gesta, a quien puede escuchar haciendo click en el parlante junto al relato de Eric Langer, en diálogo con RH1 "La Radio". En la primera foto aparece Fabricio Carrascull clavando un poste en tierra malvinense, en la segunda ambos soldados hernandenses caídos en combate con Eric Langer al medio y en la tercera una sección de la compañía denominada “Bote”. En la ampliación todos los detalles que publicó en su edición del sábado el Semanario “El Regional” de Villa María.
UN SOLDADO INGLÉS DEVOLVIÓ LAS FOTOS QUE FABRICIO CARRASCULL SACÓ ANTES DE SU MUERTE EN MALVINAS
Erick Langer, ex combatiente de Malvinas en la guerra de 1982 y domiciliado en Villa María fue protagonista de una historia muy particular. En el mes de marzo de este año junto a su esposa y un grupo de ex combatientes volvió a pisar territorio malvinense. Si bien algo adentro suyo le decía desde hacía mucho tiempo que tenía que volver a las islas, nunca se iba a imaginar la sorpresa que le tenía preparada el destino. Al devolver un auto que había alquilado en las islas, el propietario de la empresa de servicios lo reconoció como parte de una serie de fotografías que tiempo atrás le había dejado un ex soldado británico para que las entregara al primer ex combatiente argentino con el que tuviera oportunidad de hablar. La sorpresa no termina ahí: esas fotografías fueron tomadas con la cámara que siempre llevaba consigo el soldado hernandense Fabricio Carrascull, de Hernando, fallecido en combate en el mes de mayo de 1982. Esas fotos -en realidad fotocopias de las originales que supuestamente tiene un soldado inglés que no dejó sus datos al comerciante- fueron entregadas por Langer a “Ucha” Carrascull, la mamá de Fabricio. Una historia de casualidades y encuentros que pone la piel de gallina.

Eric Langer y las fotos…
Malvinas, cuando la realidad supera la ficción
Eric Langer (47), villamariense es uno de los soldados que por el ´82 debió pisar suelo malvinense y supo de la muerte picoteándole las manos. Otros tuvieron menos suerte. El Veterano de la guerra le cuenta a EL REGIONAL una vivencia tan conmovedora como poco explicable desde lo estrictamente racional. ¿Casualidad? ¿Causalidad? Lo cierto es que después de más de 27 años decide regresar a esas islas del Atlántico Sur. El viaje tuvo lugar en el curso del pasado mes, y lo realizó en la compañía de otros veteranos. En su estadía en Las Malvinas, un inglés del lugar lo observó tan atentamente como nervioso. Un día antes de volver a trepar al avión, el isleño se acerca y comienza a temblar y llorar. En su escritorio había varias fotos de soldados argentinos… Ni Eric ni quienes lo acompañaron podían creer lo que estaban vivenciando… la realidad superaba la ficción. En casi todas estaba Eric… El habitante de las islas lo había conocido.
Por: Miguel Andreis

Las cartas con las huellas del barro y las pisadas de las botas
Eric narra cómo en el 2002, año en que inauguraron el monumento a los Veteranos de Malvinas, recibiera (25 años después) cartas que les habían sido enviadas durante la gesta. En su caso eran tres. Un periodista inglés que vive en Buenos Aires, en un viaje a las islas llevó varias que habían sido recuperadas por soldados de la Gran Bretaña. Se trataba de documentos de profundos afectos. Jamás pensé que podría recuperarlas.
“El hecho fue que estábamos en Ganso Verde, y en la noche del 27 de mayo nos dicen ‘tomen todas la municiones y la bolsa del rancho que nos vamos al frente’. Y entre las cosas que dejé en el lugar, estaban los escritos. Ignorábamos que nunca más volveríamos al lugar. Posteriormente nos trasladan a la batalla de Darwin, contienda del 28 de mayo a la madrugada donde mueren los chicos de Hernando, Fabricio Carrascull y Horacio Giraudo; también el teniente Roberto Estévez; Arnaldo Zabala que era de Sampacho y los cabos Castro y Godoy. Darwin fue el primer punto de luchas entre tropas. Hasta ese momento todo eran bombardeos de un lado y de otro...”.

14 de Marzo de 2009. Más de treinta ex combatientes se embarcan hacia las islas
“El sábado 14 de marzo pasado viajamos a Las Malvinas, con mi esposa, dos veteranos: Walter Balcés y Guillermo Gutiérrez; 9 compañeros de La Plata y 21 de Luján. Nunca más había llegado una delegación tan numerosa a esa geografía. Vía la empresa Lan Chile cubrimos Buenos Aires - Río Gallego, y desde ese aeropuerto a Las Malvinas. Arribamos y nos alojamos en un hostal. Era encontrarse con una porción de la historia de cada uno, extremadamente dura emocionalmente. Demasiadas muertes para dejar que te ganara la indiferencia…”.

¿Situación chocante?
“Pensaba qué iba a sentir cuando llegara. Sabía que no sería fácil. La verdad es que descendí tranquilo. Comenzamos a recorrer a pie puntos claves como el Puerto Argentino, el aeropuerto, el cuartel de los Royal Marine… A cada paso se reflejaba una situación extraña. El lunes salimos a alquilar un vehículo para visitar otras zonas más alejadas. No fue simple encontrar quien nos arrendara. Todo parecía enredarse, a complicarse…”.
“El martes fuimos a Ganso Verde. Al llegar al cementerio lloré mucho. Eso te parte al medio. Todavía quedan 110 campos minados en las que no se puede ingresar. Están todos marcados. A cada instante aparece algún resto de lo que fue aquello…”.

El isleño que faltó…
“Teóricamente nos íbamos a encontrar con un isleño inglés que nos serviría de conexión y por problemas de trabajo no pudo concurrir. Se supone que alquilar un rodado no es nada complicado, sólo que allí no es fácil manejar porque el volante está a la derecha y se circula por la izquierda. Por motivos diversos no dábamos con quienes alquilaban. Recorrimos las oficinas de información. El trato para con nosotros era amable. Al menos no hostil. Nos indican que fuéramos a la Falkland Company. Estaba cerrada. Por lo que decidimos llegarnos caminando hasta el museo; pasando por el hospital vemos que un muchacho joven se baja de un Jeep. Walter y Guillermo le preguntan dónde podíamos rentar una unidad y él nos responde en castellano, era chileno, de nombre Robert. Y como si eso fuera poco en el factor suerte, nos dice que donde trabajaba, alquilaban. Le indicamos que habíamos estado allí. Nos replica sobre el horario y cuenta que había cierta reticencia porque anteriormente unos argentinos les tumbaron dos unidades de Orland Rover. Muy atenta, esta persona nos acerca hasta la citada compañía. En ese lugar había un isleño de 37 años que atendía, el chileno le explica lo que buscábamos. Es entonces cuando el nativo le indica al chileno que nos pregunte dónde estuvimos en el ´82. Le explicamos que Guillermo en el Aeropuerto; Walter en el centro de comunicaciones, y yo en Ganso Verde (Green Goose). Y él cuenta que él también estuvo allí, por entonces tenía 12 años y había sido tomado prisionero junto a su familia por las fuerzas argentinas. Llamó la atención su actitud después de nombrarle Ganso Verde. Es como que no pudo ocultar su nerviosismo. Nos pide que volviéramos a las 3 de la tarde que acondicionaría la unidad. Así fue.
Lo usamos durante cuatro días. Dos días antes de regresar al territorio argentino, lo vamos a devolver. Walter es quien ingresa primero y yo me quedo con mi señora retratando imágenes. Al entrar a la oficina veo que Walter estaba con el isleño inglés que le mostraba unas cosas depositadas sobre el escritorio. Me llama mi amigo, cuando me acerco veo varias fotografías de soldados, pero la sorpresa crece al momento de verme que estoy en casi todas las fotografías. No podía creer lo que estaba pasando. Después lo supimos, increíblemente, quizás por la cantidad de veces que las repasó, el isleño (Jhon) cuando me vio por primera vez descubrió que yo era el de las fotos. Por eso lo de sus nervios. Sorprendido y señalándole las imágenes le digo ‘soy yo’, y me responde que sí. Llama a una chica que nos había oficiado de intérprete con la que ya habíamos tenido contacto antes. Cuando llega ella, el joven empieza a temblar y rompe en llanto. Y ahí lloramos todos.
Ya un poco más tranquilo nos cuenta que dos años antes llegaron dos veteranos ingleses al cumplirse los 25 años de la recuperación de la isla. Uno de ellos, que estuvo en Ganso Verde, trajo esas fotografías, (en realidad fotocopias de las mismas) y se las entregó. El tema es que esas fotos las había tomado Fabricio Carrascull, el compañero de Hernando, que antes de embarcarnos, estando en territorio argentino, su padre nos sacó varias, y le dejó la máquina con dos rollos. Y él ´gatillaba´ la máquina a todos los compañeros, al pelotón, varias a mí. Siempre andaba con la cámara encima. El día del enfrentamiento (28 de mayo en Darwin), cuando lo matan, llevaba la máquina con los rollos en su bombacha de combate. Se ve que posteriormente algún soldado inglés al revisarle sus pertenencias se llevó los negativos…”.
No podía dormirme…
“Desde que regresamos, siempre me daba vuelta entre los pensamientos que algún día esas fotos tendrían que aparecer. Yo sabía que existían. Frecuentemente entraba a los sitios de Internet con la esperanza de encontrarme con ellas. Jamás imaginé que muchos años después, los enemigos de aquel momento, decidieron llevar las fotocopias a la isla y dejarlas por si aparecía alguien que tuviera relación con las mismas. Pasaron 25 años y una suma de casualidades o causalidades, ya no sé cómo explicarlo, pero lo cierto es que rescatamos parte de ellas. Le pregunté al isleño si conocía algo sobre el inglés que las trajo. No, ni el más mínimo dato. Nos fuimos al hotel, me acosté pero no podía estar en la cama. Menos dormir. Mi señora nos dice que salgamos a dar una vuelta. Allí no se ve a nadie en las calles. El frío y el viento son terribles. Íbamos caminando y sí, quien estaba parado en una puerta, era el inglés. Volvimos a charlar, pero tenía como miedo de que lo vieran conmigo. Me dijo algo sobre el hotel donde parábamos, pero no le entendí. La conmoción no se desvanecía. Esa noche estábamos con el grupo de veteranos jugando al pool y llega él con un sobre. Traía más fotos. Llegó la traductora y comenzamos a hablar con mayor tranquilidad. Le pedí perdón por todo lo que había pasado y me respondió que no tenían nada que perdonarnos, que no era culpa nuestra, que nos había enviado el Gobierno…Y contó que por entonces él, siendo un chico, se movilizaba con su padre y cuando entraron en Ganso Verde, desembarcaron las tropas argentinas. Que se demoró en atarse los cordones de los zapatos y alguien le pegó un culatazo, además gente del Ejército le simularon un fusilamiento; que los tuvieron encerrados durante un mes con muy mala y poca comida, siempre con la misma ropa. Mal agua. Con diarrea. Pienso que siempre hablamos de lo que nos pasó a nosotros pero no lo que les pasó a ellos” remarca Eric.
Cuesta creer que todo se trate del producto de la casualidad. No me lo sé explicar. “Ahora estoy seguro de que algún día me voy a encontrar con el soldado inglés que envió las fotos. Tiene que tener las restantes. En total serían 48. Me encantaría agradecerle el gesto personalmente. Por el momento, no tenemos ni el más mínimo hilo conductor, pero después de esto, sé que todo lo imposible puede hacerse posible”.
Un 2 de Abril diferente
Eric muestra las fotos. No les que quita la vista de encima. Allí están los rostros sonrientes de varios compañeros que llegaron a un suelo inhóspito acunados bajo el sueño de un delirante que más tarde se convirtió en pesadilla. En esas heladas aguas quedaron más de quinientas vidas de jóvenes; casi seiscientas se apagaron después en suicidios de argentinos que allí estuvieron; mientras que cerca de trescientos corrieron igual suerte entre los ingleses.
El objetivo ahora es encontrar aquel inglés que tiraba desde el otro lado de la trinchera… Eric y algunas familias más, después de muchos años tuvieron un 2 de Abril diferente.
Publicado en RH1 Radio Integración
Hernando.cba

jueves, 2 de abril de 2009

conmemoración del “Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas”


En conmemoración del “Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas”, se llevó a cabo el acto en Plaza San Martín, frente al Monumento a la Gesta de Malvinas. Allí estuvieron presentes los ex combatientes, familiares de los soldados caídos en combate, representantes de distintas instituciones de nuestro medio, amigos y público en general. Edgardo Osso hizo uso de la palabra en nombre de los soldados que defendieron la tierra malvinense con un discurso duro y realista. Luego el presidente del Concejo Deliberante, Daniel Meichtri, hablo en representación de las autoridades municipales. Posteriormente se colocaron las ofrandas florales en el monumento y el acto finalizó con interpretaciones de violín por parte de Sebastián Telleria, profesor de la Casa Municipal de la Cultura.
Enlace Radio FM2000 - De mi Pueblo con Historia - de Jose Luis Celli

Enlace a RH1 Radio Integración : Discurso Acto 2 de Abril y nota de Ucha Carrascull - Mamá del caido de Fabricio Carrascull.

DISCURSO DEL CENTRO DE VETERANOS DE GUERRA Y FAMILIARES DE CAIDOS EN MALVINAS

Señor Intendente Municipal, integrantes del concejo deliberante, autoridades educativas, bomberos voluntarios, autoridad policial, demás autoridades, público en general-
Si en estos momentos le preguntáramos a la sociedad, su opinión sobre la Guerra, seguramente rechazarían la misma, y dirían convencidos de que el Gobierno tiene que tener una estrategia diplomática para recuperar nuestras Islas Malvinas.
De la guerra se habla poco y muchas veces mal, el tema es áspero y molesto. Malvinas es un símbolo de patria, pero también de derrota, de culpa, de vergüenza y de engaño.
Nosotros sentimos muchas veces que se critica la esencia de la guerra, cuestionan una identidad que nos ha marcado y a la cual no podemos renunciar. Algunos asumimos con orgullo nuestra identidad de ex combatientes y, por lo mismo, somos los principales acusadores de la guerra y sus responsables.
Nosotros fuimos a Malvinas para recuperarlas, esa era nuestra premisa, en cambio el gobierno militar a partir de ello quería perpetuarse en el poder. Lo real es que se ofreció la vida y fuimos engañados, al igual que la mayoría de los argentinos.
Muchas veces cuando revelamos nuestra identidad a ciertas personas, lo hacemos con una mezcla de dolor, de orgullo y al mismo tiempo con vergüenza, por allí sentimos cierto rechazo – el te entiendo, pero cállate- de parte de algunos integrantes de la sociedad que no desea hablar de la guerra en serio.
Quedamos prisioneros entre el argullo y el rechazo, como si la guerra no hubiera involucrado a toda la sociedad y por lo tanto esa falta de compromiso de algunos nos deja a los ex combatientes a la deriva.
Toda la discusión sobre Malvinas navega en esa ambigüedad entre un supuesto deber patriótico y el gesto más humano de rechazo a la Guerra. Tenemos que aprender como Sociedad a resaltar y dignificar los símbolos de Malvinas, entender que fuimos llevados a una Guerra con engaños, donde no faltaron los actos de heroísmo y patriotismo, dejando lo mejor de nosotros en pos de lograr el objetivo planteado.
Sacar la guerra de los libros escolares con sus próceres de bronce y reconocer que siempre es una tragedia, donde más que tontos o héroes, lo que hay son seres humanos puestos en una situación extrema. Es otro concepto del heroísmo, que tiene más que ver con la vida y con la condición humana.
Como siempre ante las proximidades de nuevas elecciones nuestra esperanza se acrecienta, a la espera de que algún político se comprometa realmente y defienda un proyecto serio, pero tenemos que confirmar que nunca paso, ni pasara, como tampoco lo hacen con los demás sectores de la sociedad, lo único que les interesa son su crecimiento dentro de un partido para seguir ligado a su mundo. Nosotros no necesitamos subsidios, necesitamos proyectos serios, ya tenemos 45 años, pasaron 27 desde la guerra, y todavía debemos seguir explicando a lo sociedad nuestros problemas y el de los familiares de nuestros caídos, cuando tendríamos que tener a esta altura cierta tranquilidad en el plano emotivo, que en estos actos no tengamos que estar pidiendo a gritos soluciones. Una presidenta que este 2 de abril dirige un discurso desde Gran Bretaña, esto lo dice todo, este es nuestro futuro.
En otro aspecto queremos agradecer como siempre a nuestra Municipalidad, a la comunidad toda, a los establecimientos educativos, a los alumnos que año tras año están presentes, a las instituciones y aquellas personas que nos siguen acompañando desde siempre.
Todos los años en este lugar nos juntamos para rendirles un justo homenaje a dos héroes, ( Horacio y Fabricio), quienes desinteresadamente dejaron todo por esta causa, ellos son nuestra guía, tenemos esperanzas de que esto algún día cambiará para bien. Creo que la guía de ellos es lo más fuerte que tenemos los ex combatientes.
Para finalizar queremos comunicarles que si bien no realizamos muchas actividades desde nuestro centro como lo hacíamos anteriormente, la llama de Malvinas sigue viva, seguimos participando de charlas y debates donde nos inviten a contar nuestra experiencia de vida y por otro lado desde hace un año y medio tenemos nuestro blog en internet, el que fue construido en base a todas las paginas presentadas en el concurso de pagina web que organizáramos en el año 2003, al que podemos decir con orgullo que cuenta con más de 25.000 visitas al mismo.
La memoria es algo que debemos tener todos, no nos olvidemos de lo que nos hicieron, de los que nos hacen, somos nosotros los únicos responsables de cambiar la historia, hagámoslo, participemos para ir generando el cambio que como ciudadanos necesitamos.
Recuperar para la memoria, restaurar para cerrar heridas y divulgar para hacerlo universal son algunas de las razones que nos animan a seguir adelante.
Muchas gracias.

Pelicula "Locos de la Bandera "