domingo, 16 de diciembre de 2007

ANTECEDENTES DE LA GUERRA DE MALVINAS

En 1833, una expedición británica, invadió las Islas. A partir de entonces, Argentina, reclamó en varias oportunidades la soberanía. A principios de 1982, el régimen militar, estaba llegando a su fin, la situación económica y política, y las presiones por la violación de los derechos humanos, llevaron a la Junta Militar a un callejón sin salida.
El enfrentamiento entre Argentina y Gran Bretaña se inicia a partir de las actividades empresarias de un argentino, Constantino Davidoff. Su actividad principal eran los negocios relacionados con la chatarra. En el mes de Septiembre de 1979 firmó en Londres un contrato con la empresa Christian Salvensen de Edimburgo, adquiriendo las instalaciones balleneras abandonadas en las islas Georgias, a un valor inferior a los u$s 200.000.
Para desmantelar las instalaciones era necesario transportar a las islas personal y equipos. Davidoff gestionó en la Embajada Británica en Buenos Aires el servicio del buque antártico HMS Endurance, de la armada británica. Pero su pedido fue denegado y, seguidamente, la Armada Argentina se pone a su disposición para llevar a cabo la tarea.
El incidente comenzó formalmente cuando Davidoff dejó Buenos Aires en el rompehielos Almirante Irizar que había contratado y arribó a Leith el 20 de diciembre de 1981. Habiendo informado a la embajada británica en Buenos Aires de sus intenciones, viajó directamente a Leith sin detenerse en Grytviken para obtener permiso, probablemente ignorando el requisito de hacerlo y luego regresó a Argentina.
El Gobernador Hunt de las Islas Malvinas aparentemente se enteró de la visita por informes de que el rompehielos Almirante Irizar se encontraba en Stromness Bay y por informes de gente de Grytviken de que alguien había estado en Leith. Parece probable que la embajada británica en Buenos Aires no informara a Hunt. Hunt presionó solicitando un accionar contra Davidoff por haber éste desconocido las normas.
El embajador británico protestó al Gobierno argentino por este incidente el 3 de febrero, advirtiendo que esto no debía repetirse. La protesta fue rechazada el 18 de febrero.
Davidoff se disculpó en la embajada británica por las dificultades que había causado y solicitó directivas detalladas sobre la manera adecuada de regresar a Georgias del Sur a desmantelar las instalaciones. La embajada preguntó al Gobernador Hunt. Este no respondió hasta después de la partida de Davidoff el 11 de marzo, luego de notificar formalmente en la embajada británica que 41 personas estaban embarcadas en el Bahía Buen Suceso, un buque argentino de aprovisionamiento antártico. Todo lo concerniente le debió haber sido informado antes del desembarco en Leith el 19 de marzo, dejando una vez más de lado a Grytviken. En este desembarco se produce el hecho que se utilizó como desencadenante del conflicto, y por el cual las autoridades británicas acusaron formalmente a los argentinos: el izado de una bandera argentina.
Al desembarcar los argentinos, las autoridades británicas en Grytviken notificaron al Gobernador de Malvinas Rex Hunt sobre una bandera argentina izada. El Foreign Office ordenó el envío del navío Endurance con el objeto de obligar a los operarios a arrear la bandera y evitar además el supuesto desembarco de personal militar y armas de fuego.
La guerra estaba por comenzar...
LA OCUPACIÓN MILITAR DE LAS MALVINAS
Durante la noche del 1° de abril de 1982 y la madrugada del viernes 2, parte de la flota argentina de mar operaba frente a las Islas Malvinas. Entretanto, la reducida dotación de infantes de marina británicos destacada en la capital malvinense (entonces Puerto Stanley) se desplegaba en actitud defensiva.
Esa misma noche se reunía el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, a pedido del Reino Unido de Gran Bretaña, que denunció "la inminente amenaza de invasión argentina a las islas". La reacción argentina fue inmediata. Nuestro embajador ante las Naciones Unidas denunció, en dicho Consejo, la situación de grave tensión provocada arbitrariamente por aquel país en las Georgias.
A las 6:30 de la mañana del viernes 2, mediante un operativo combinado de las tres fuerzas, la Argentina logró desembarcar en Puerto Stanley y ocupar las islas, luego de algunos enfrentamientos en diversos lugares de las mismas, que culminaron con la rendición del gobernador británico ante el contralmirante Carlos Busser al mando de las fuerzas nacionales de Infantería de Marina, que fueron las primeras en desembarcar. Al mismo tiempo, el general Osvaldo J. García fue designado comandante de las Fuerzas Armadas en el teatro de operaciones.
Al día siguiente de la ocupación era designado gobernador de las Malvinas el general Mario Benjamín Menéndez, pasando a ser el segundo gobernador argentino del Archipiélago. El primero fue Luis Vernet, designado en 1982 por Martín Rodríguez.
El 3 de abril se reunió, a pedido de Gran Bretaña, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y dictó la Resolución 502 "exigiendo el retiro de las fuerzas argentinas de las Islas del Atlántico Sur". Votaron los 16 miembros del Consejo. El único país que lo hizo en contra del proyecto británico fue Panamá. Se abstuvieron China, España, Polonia y la Unión Soviética.
El 26 de mayo se reunió nuevamente el Consejo de Seguridad, aprobando la Resolución 505, por la que reafirma la anterior (502), instando a las partes en conflicto a cooperar plenamente con el Secretario General de las Naciones Unidas, Javier Pérez De Cuellar, en sus esfuerzos por poner fin a las hostilidades.
Entretanto -mientras se desarrollaban esas gestiones de pacificación, a las que se sumó el gobierno de los Estados Unidos- el gobierno británico alistaba gran parte de su poderosa flota de guerra y la desplazaba a toda máquina, rumbo al teatro de operaciones.
Simultáneamente, tanto el gobierno inglés como los países de la Comunidad Económica Europea disponían drásticas sanciones económicas y financieras contra la Argentina.
El 28 de mayo se reunieron en la sede de la OEA (Washington) los cancilleres de los 21 países miembros del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) y adoptaron una resolución por 17 votos a favor y 4 abstenciones (Estados Unidos, Colombia, Chile y Trinidad-Tobago) "condenando el ataque británico a la Argentina y solicitando a los Estados Unidos que cese su asistencia militar al Reino Unido". A la vez, autorizó a los países latinoamericanos a ayudar a la Argentina en la emergencia; es decir, dejando la puerta abierta a una posible acción colectiva, o aislada, contra Gran Bretaña. Esto no se llegó a concretar más allá de generalizadas expresiones de encendida solidaridad y apoyo diplomático, incluyendo, en algunos casos, ofrecimientos de eventual ayuda militar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

me parece que la guerra de malvinas fue la infamia mas grande que pudo suceder en la historia de nuestro pais,cuando un ser no es suficientmente valiente para afrontar los problemas que tiene, manda a otros al frente y eso hicieron los milicos cobardes que estaban en el poder por aquel entonces.hoy como argentinos y patriotas nos queda valorar y apoyar a los veteranos de guerra.y rendir un profundo homenaje por los que quedaron alla y a sus familias que solo ellos sintieron el horror de este genocidio.gracias soldado de mi patria por derramar tu sangre... y perdon en mombre de todos lod argentinos que no saben valorarte como lo que eres un HEROE...

Anónimo dijo...

gracias guachoo! teshible informachon!! grax XD

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